Problemática en los Campos de Refugiados de Tinduf (Argelia)
Con este blog quiero recordar y hacer saber la situación en que se SIGUEN encontrando los refugiados en los campos.
Una pequeña aportación para mover conciencias e intentar que esta situación se pueda arreglar y que podamos verlo en muy poco tiempo.
Kris Barbosa Faiges
Ante la realidad podemos hacer muchas cosas, por ejemplo, podemos aceptarla pasivamente o tratar de cambiarla a como dé lugar. Para quienes no se conforman con que sea así, hacen todo lo posible por no solo por cambiarla, sino también por transformarla, empezando por imaginarse un mundo mejor. Y una vez que esa idea se prende en la mente, se irradia por todo el cuerpo, por las manos, el corazón,… por todo el ser.
Muchas veces, por razones que la razón ignora, no tenemos el valor civil de ver cara a cara la problemática que otros lejos, pero no tanto, están viviendo. En documentales vemos, contemplativamente, cómo otras personas curan, dan de comer y ayudan en general a quienes más lo necesitan y, en ese acto de solidaridad y humanismo, encuentran su mayor recompensa. Son, como diría Csikszentmihalyi, “personas autotélicas”, en el sentido de obrar y actuar sin nada más a cambio que en gusto sublime de poder echarle una, y de ser posible las dos manos, a quienes más lo requieren y verlos sonreír de alegría.
Gran trabajo, compañera, logras suspirar al recordar a esta gente nativa de la cuna de la civilización humana y que otros, tal vez muchos de nosotros estemos incluidos ahí, los tratamos con barbaridad, pro así decirlo, no es mío el caso, afortunadamente y, de donde quiera que esté, estiro mi mano para ayudar, tan siquiera con un pensamiento porque un día, no muy lejos, el mundo cambien, empezando por nosotros…
Ante la realidad podemos hacer muchas cosas, por ejemplo, podemos aceptarla pasivamente o tratar de cambiarla a como dé lugar. Para quienes no se conforman con que sea así, hacen todo lo posible por no solo por cambiarla, sino también por transformarla, empezando por imaginarse un mundo mejor. Y una vez que esa idea se prende en la mente, se irradia por todo el cuerpo, por las manos, el corazón,… por todo el ser.
ResponderEliminarMuchas veces, por razones que la razón ignora, no tenemos el valor civil de ver cara a cara la problemática que otros lejos, pero no tanto, están viviendo. En documentales vemos, contemplativamente, cómo otras personas curan, dan de comer y ayudan en general a quienes más lo necesitan y, en ese acto de solidaridad y humanismo, encuentran su mayor recompensa. Son, como diría Csikszentmihalyi, “personas autotélicas”, en el sentido de obrar y actuar sin nada más a cambio que en gusto sublime de poder echarle una, y de ser posible las dos manos, a quienes más lo requieren y verlos sonreír de alegría.
Gran trabajo, compañera, logras suspirar al recordar a esta gente nativa de la cuna de la civilización humana y que otros, tal vez muchos de nosotros estemos incluidos ahí, los tratamos con barbaridad, pro así decirlo, no es mío el caso, afortunadamente y, de donde quiera que esté, estiro mi mano para ayudar, tan siquiera con un pensamiento porque un día, no muy lejos, el mundo cambien, empezando por nosotros…